cajalmendralejo-medallawEn 2003 se concedió la Medalla de Extremadura a la Caja Rural de Almendralejo, con lo que se reconocía, distinguía y recompensaba públicamente a una Entidad financiera que ha destacado por sus méritos y por los servicios relevantes prestados a la sociedad extremeña. El Presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, hizo entrega de la distinción al Presidente de Caja Rural de Almendralejo, Pedro del Álamo Hernández.

Los orígenes de la Caja Rural de Almendralejo se remontan a los primeros años del siglo XX en los que van a confluir una serie de circunstancias que desde distintas posiciones harían posible la fundación de la Institución.

Por una parte, una coyuntura agraria muy negativa, resultado no sólo de la crisis filoxérica sino de las malas cosechas de cereales debidas a las adversas condiciones climáticas y a las frecuentes invasiones de la langosta. Esta situación propició un incremento en la actividad de los usureros que trabajaban con intereses abusivos, lo que agravó considerablemente la crisis agraria.

De otro lado, una serie de instituciones que intentaban mejorar las condiciones del préstamo agrario. El Banco de España se hizo eco de la situación por la que atravesaban los agricultores y favoreció la formación de Sindicatos de crédito agrícola y Cajas rurales. En 1902 era nombrado Tomás Marín Pérez, Director de la Sucursal del Banco de España en Badajoz, quien se convirtió, desde el primer momento, en un gran propagador de los Sindicatos Agrícolas y de las Cajas Rurales. A finales de aquel mismo año, el Banco de España aprobaba el establecimiento de corresponsales y el nombramiento de Juan Blasco de Gregorio para este cargo en Almendralejo. Blasco comenzó en el mes de julio de 1903 las operaciones bancarias, en su casa de la calle Mérida, y se sumó a la iniciativa promovida por Marín para fundar una Caja Rural.

La prehistoria de la Caja abarcaría las gestiones realizadas por estas dos personas en los años difíciles de crisis agraria de 1903 a 1905. La Comunidad de Labradores de Almendralejo pretendió también abanderar la fundación pero no concluyó felizmente esta iniciativa. Por fin, aprovechando el impulso dado con la Ley de Sindicatos Agrícolas de 28 de enero de 1906, terminaría por cristalizar la idea de Marín y Blasco y, con el apoyo de Antonio Martínez y Martínez de Pinillos, se daría forma oficial a la Caja Rural de Ahorros y Préstamos de Almendralejo el 3 de mayo de 1906. Martínez de Pinillos sería su primer Presidente; Blasco, el primer Cajero y los servicios se ofrecían desde la misma casa en que habían comenzado a trabajar por ella, el número 10 de la calle Mérida. Marín fue nombrado Presidente Honorario.

 

Desde entonces, ha tenido tres formas jurídicas distintas, acordes con la legislación que en las diversas situaciones históricas del siglo XX le ha ido afectando. Primero, la Caja Rural de Ahorros y Préstamos de Almendralejo fue amparada por la citada Ley de Sindicatos Agrícolas que estuvo vigente hasta 1941. Es la etapa marcada por la reconstrucción del viñedo, la ayuda a la Estación Enológica, la construcción de casas para paliar el problema de la vivienda a las familias más necesitadas, la larga y fecunda presidencia de Antonio Martínez y Martínez de Pinillos, las dificultades financieras de los años treinta, el traslado de las oficinas a la calle Ricardo Romero...

La nueva ordenación sindical del Franquismo derogó la Ley de Sindicatos Agrícolas, y estableció un nuevo marco legislativo con la Ley de Cooperación de 2 de enero de 1942 y el Reglamento de 1945 que la desarrollaba. Debido a estos cambios, la Entidad se convirtió, en 1945, en Cooperativa del Campo "Caja Rural de Ahorros y Préstamos" de Almendralejo, y, de hecho, en la Sección de Crédito de la Cooperativa del Campo.

Esta etapa llegó hasta finales de los años sesenta, y estuvo marcada por los problemas de las posguerras española y mundial y el comienzo del desarrollismo de los años sesenta: la búsqueda de los abonos necesarios para los campos almendralejenses, las labores en común de la trilla, la compra de maquinaria agrícola para uso de los asociados, los esfuerzos por contribuir a solucionar los problemas de la vivienda, de la sanidad y del acceso a la educación, o la restauración de obras de arte destruidas en la contienda civil.

La tercera etapa, la actual, arranca de la Orden del Ministerio de Hacienda de 14 de junio de 1968, sobre Cajas Rurales, que condujo a separar la Sección de Crédito de la Cooperativa del Campo y hacer de dicha sección una Cooperativa de Crédito Agrícola con personalidad propia y patrimonio independiente: Caja Rural de Almendralejo (Cooperativa de Crédito Agrícola), en 1969, se hizo cargo del activo y pasivo de la anterior Cooperativa del Campo con todos sus derechos y obligaciones y le cedió todas las maquinarias existentes en ese momento, alquilándole a un precio simbólico los almacenes de que se disponía.

En 1978 se inauguró la, hasta ahora, sede central, en la calle Real, y en 1987 se le concedió el carácter de Caja Calificada con la posibilidad de participar en la distribución del Crédito Oficial. La acción social de la Caja ha estado, como siempre, orientada a la ayuda a los más necesitados y presente en todos los problemas más perentorios de Almendralejo y otras localidades por las que se ha ido extendiendo, porque, desde que en 1988 estableciera una oficina en Aceuchal, no ha dejado de ampliar sus instalaciones y servicios, especialmente en los últimos diez años, en que el número de oficinas se ha multiplicado por cuatro, siendo en la actualidad de 29, se ha implantado un nuevo sistema informático y se ha producido la incorporación a la Asociación Española de Cooperativas de Crédito y su grupo financiero para dotar a la Caja de una cobertura económica, financiera y de servicios suficiente para asegurar su futuro.

Ha sido premiada con numerosos galardones, entre los que destacan, aparte de la Medalla de Extremadura, la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Almendralejo en 2003 y el premio a la mejor Entidad Financiera del año 2002 otorgado por la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios. Todos viene a corroborar que, con sus 51 oficinas, Cajalmendralejo (marca registrada actual de la Entidad que refleja los valores de solidez, profesionalidad y modernidad) ha llevado a cabo una labor callada, ya de más de un siglo, en el que además de obrar con rectitud y espíritu de servicio en el ámbito financiero, ha estado siempre atenta a todas las necesidades de Almendralejo, y también de las otras localidades por las que ha ido extendiéndose desde 1988, colaborando en todo lo que redundara en beneficio de sus vecinos, en especial, de los más necesitados; por lo que esa importante labor en el progreso de Almendralejo y Extremadura y la contribución, a través de su obra social, a la mejora de las condiciones de vida de la población, la hicieron acreedora al más alto galardón regional.