Durante los días 23 al 29 de marzo de 2009 se ha celebrado en Almendralejo, como sede oficial, y en otras ciudades extremeñas el III Festival Internacional Cineposible de Extremadura, organizado y patrocinado por la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AEXCID), con la colaboración principal del Ayuntamiento de Almendralejo. La dirección ha estado encomendada a Irene Cardona, guionista y directora de cine, de reconocido prestigio.

Se han proyectado 23 documentales y cortometrajes, previamente seleccionados entre más de 700 obras presentadas: todas con un denominador común, el del compromiso; y con un objetivo prioritario en esta edición, promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer.

Durante toda la semana se han desarrollado, además, actividades paralelas de formación e información, una exposición de fotografías "Mujeres en acción", y talleres de gastronomía internacional e iniciación al cine documental.

El festival surge vinculado a los "ocho objetivos del milenio", sobre los que, en septiembre de 2000 y con un plazo hasta 2015, los líderes mundiales acordaron intensificar la lucha contra la pobreza, el hambre, la enfermedad, el analfabetismo, la degradación del medio ambiente y la discriminación de las mujeres. Se ha avanzado en muchos frentes, pero el cumplimiento de los compromisos es aún insuficiente.

En el acto de apertura, el alcalde de la Ciudad, José María Ramírez Morán destacó el papel de AEXCID y la confianza puesta en la ciudad de Almendralejo, que apostó decididamente por el Festival desde primera hora, y el hecho positivo de la mayor implicación, año a año, de los jóvenes, porque -dijo- "son los más solidarios de la población".

El Presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que presidió la apertura, señaló el compromiso y la solidaridad de la comunidad extremeña con los que menos tienen, a través de las políticas de cooperación; compromiso que, reiteró, adquiere más importancia en estos momentos de crisis. Incidió en el valor liberalizador de esclavitudes que tiene la cultura, de la que el cine es una de las manifestaciones más interactivas, animando a todos a tomar un fuerte compromiso sobre la realidad para cambiar las grandes desigualdades que existen en el mundo, "ya que los seres humanos jamás pueden ser moneda de cambio". Subrayó, igualmente, que Cineposible hacía posible que pudieran levantar sus voces aquellos a los que normalmente se les veta esa posibilidad.

Aparte de la belleza plástica de las proyecciones, el Festival es un aldabonazo a la conciencia ciudadana ante las extremas condiciones de vida de millones de personas. No está de más que recordemos los retos del Milenio, para que cada uno, dentro de sus posibilidades, intente responder a ellos.