Cajalmendralejo ha costeado la restauración de la imagen de la Inmaculada que se venera en la Iglesia de San Antonio de Almendralejo
La imagen es una talla del siglo XVII, de autor desconocido, que se encuentra en el Retablo mayor de la Iglesia de San Antonio, que fuera Convento franciscano hasta septiembre de 1835, cuando fue clausurado, como consecuencia de las leyes desamortizadoras.
Con ocasión de la Exposición Mariana, celebrada en mayo de 2007 formando parte del programa de actos de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de la Piedad, Patrona de la Ciudad; uno de los Comisarios de la misma, José Ángel Calero, observó que la referida imagen de la Inmaculada presentaba un deterioro importante. Puestos al habla con Cajalmendralejo, esta institución no dudó en hacerse cargo del importe de su restauración, con cargo a su Obra Social. Los trabajos han sido realizados en el Estudio-Taller dirigido por el matrimonio Luis Peña Maldonado y Fernanda Zapata Castillo, en Llerena, quienes ya habían intervenido en otras dieciocho restauraciones de imágenes sagradas en Almendralejo, a plena satisfacción siempre de todos.
En la mañana del día 22 de diciembre de 2008, la imagen restuarada ha sido repuesta en su Templo, y el Párroco de la Purificación, Rafael Corraliza Ferrera, ha agradecido, en nombre de todos, la generosa colaboración de Cajalmendralejo, representada en el acto por su presidente Sebastián Guerrero Moreno; y los buenos oficios de cuantos han colaborado para que el patrimonio cultural de Almendralejo se enriquezca con una nueva obra restaurada, según los criterios científicos de fidelidad, legibilidad, reversibilidad y duración.
El Convento de San Antonio fue erigido, en virtud de la Cédula Real de 16 de mayo de 1654, por los hidalgos almendralejenses Fernando Nieto Becerra, su mujer Juana Alvarado Mendoza, y la hermana de ésta, Leonor Alvarado Mendoza.
Las obras de su construcción fueron lentas y la Iglesia no se terminó hasta 1697, si bien en su puerta principal se lee la inscripción de 1694. De la imagen de la Inmaculada, que debió existir desde los orígenes, no tenemos noticias hasta que en la Disposición presentada al Capítulo Provincial de Brozas de 1795, se describe en el Retablo Mayor con estas palabras:
"Por cima de San Antonio está otro nicho, y en él colocada la Imagen de la Purísima Concepción, de talla, con corona Imperial de plata y para su adorno dos ángeles a los lados, dorados" (Archivo Histórico Nacional, Clero, leg. 668). Es conocida la tenaz defensa que hacía la Orden Franciscana de la concepción inmaculada de la Virgen, singular privilegio de María, a quien esta Orden, hacia mediados del siglo XVII, había elegido como su Patrona. Según el referido documento, en el Coro del Templo de Almendralejo se veneraba también otra imagen de talla de la Purísima Concepción; y en el Camarín de la Virgen situado tras el Retablo Mayor, se conserva, muy estropeado, un bajo relieve que reproduce la imagen que se ha restaurado, incluidos los dos ángeles situados a ambos lados, que cita la Disposición.
La talla muestra a la Virgen de pie sobre cuatro cabezas de angelitos y la media luna del Apocalipsis. Viste túnica blanca decorada con grandes flores y medallones dorados y se cubre con un manto azul adoranado con estrellas de ocho puntas de oro y ribeteado de puntilla dorada. La Virgen aparece con las manos juntas, desviadas del eje de la figura hacia su izquierda, compensando el revuelo de su manto hacia la derecha; como recogida en sí misma, llenos de ternura y amor su rostro levemente inclinado.