Paka Manchón 2017wEn el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Almendralejo tuvo lugar el 29 de julio de 2017 el Acto inaugural de la XVI edición del Festival de Tradiciones y Costumbres de Tierra de Barros, “Festibarros”, presentado, con su competencia y profesionalidad habituales, por Fernando Sierra Elías, que fue dando la palabra a los componentes de la Mesa, compuesta por María Iglesias García, presidenta de la Asociación Cultural y Folklórica Tierra de Barros; Francisco Muñoz Jiménez, presidente de la Federación Extremeña de Folklore; y José García Lobato, alcalde de Almendralejo; quienes ensalzaron la continuidad y calidad del Festival, a la vez que felicitaban a quienes lo hacen posible, año tras año; daban la bienvenida a los grupos participantes y agradecían a Paka Manchón su disposición y aceptación como pregonera.
Fernando Sierra hizo la presentación de la pregonera, subrayando sus cualidades personales y su implicación con el folclore extremeño, que la hacían merecedora de tal distinción. Un apretado resumen de las palabras de Fernando destacaría que esta almendralejense ya “desde muy pequeña sintió la llamada de la música y la danza”; a mediados de los años setenta, actuó como cantautora en programas radiofónicos de toda España, obteniendo “en 1978 el primer premio de la canción inédita del Certamen Voces Nuevas”, y que ya por entonces formaba parte del grupo Tierra de Barros “como solista, dirigiendo el grupo instrumental, unos años más tarde, y viajando por toda España y Europa”. Ha recibido numerosos premios, entre los que destaca el segundo premio en el “Festival de la canción de Extremadura”, celebrado en Mérida; o el concedido al mejor autor en el “Festival Tajo Guadiana” en Badajoz.
Como docente, ha impartido clases en el ya desaparecido Liceo Municipal de Almendralejo; en la Universidad Popular de Almendralejo, y, como monitora de música, en un programa de intervención con minorías étnicas, promovido por el Ayuntamiento de la Ciudad.
Su currículo –añadía Fernando Sierra- se complementa con un sin fin de actuaciones en semanas culturales y pubs, siendo vocalista en varios grupos con distintas orquestas, con intervenciones en multitud de homenajes poéticos a escritores, además de actuaciones benéficas en el Teatro Carolina Coronado”.
Su producción discográfica comprende cuatro bellas, cuidadas, trabajadas obras, “Memorando”, “Sentimientos”, “Navidad” y “Mares” (éste, con la colaboración de Tomás Bote, al piano y en los arreglos musicales): la mayor parte de los temas son de creación propia, completadas con algunas versiones de piezas famosas.
“Actualmente Paca es directora de la Escuela Municipal de Música de Fuente del Maestre e imparte clases en las aulas de piano, lenguaje musical, preparación para las pruebas de acceso al grado medio, grupo de adultos y grupo instrumental. Y ha sido la creadora y actual directora del grupo de Cámara ´Esencia musical´”.
“Como agua de mayo”, tituló Paka Manchón su pregón, repetido por la noche del mismo día en el Atrio de Nuestra Señora de la Piedad. En parte fue crónica de un año irrepetible; en parte, recuerdo de vivencias; si recordar es volver a traer al corazón lo pasado, Paka lo hizo presente, emocionada con sus experiencias, con sus evocaciones familiares (padres, hermanos..., abuela) y con sus amigos, en especial con aquellos “que ahora bailan para Dios”, “que amenizan allí arriba, en lo más alto y bello”; y con sus susurros salidos del alma en canciones que ha paseado por medio mundo...
Ya desde sus primeras palabras, descubre sus intenciones. Un par de versos de la “Jota de la Vendimia” salen de su ser, “La canción del otoño / cantan los carros por los caminos.../". Canción y camino; para añadir que se ha sentido “sorprendida, honrada y agradecida”, invitada a dar el pregón, invitada a la vida, invitada a vivir; “Como agua de mayo, en este mi crudo verano; me invitas a despegar las hojas de otoño que arrastran las suelas de mis zapatos, me invitas a recordar, a reír y a sonreír, aunque sea por un rato”.
Canción y camino. Se remonta a sus orígenes, a cuando aquella jovencita descubre que el folclore es “una de las cosas bellas de la vida [...] que hace amigos, que hace patria, bailes y canciones. Descubro que se baila y canta por amor al arte, por amor al pueblo, a quien se pregona por todas partes, dejando sobre los escenarios, triunfos, sudores, risas, lágrimas de emoción y un pedacito entrañable de tu corazón”.
Y nos traslada a aquel viaje a Alemania que realizara el Grupo “Tierra de Barros”. El viaje en autobús, las nuevas costumbres del país germánico que tanto les asombraban, los contrastes en la gastronomía: todo solucionado con la estupenda convivencia del grupo y el agua fresca en el barril de Salvatierra.
La llegada a la Selva Negra, con aquel paisaje de impresionante vegetación y el albergue de madera en medio de la hierba de un verdor espléndido. “¡Cuántas macetas de flores frescas y de colores, adornaban las fachadas de esas casitas de cuentos!... Pero les faltaba luz y alegría; mas, no importaba, porque allí estábamos los de Almendralejo, con nuestros pasacalles, precedidos por dos niños pendoneros, y tanta algarabía derrochamos por allí, que en vez de Alemania, parecía aquello Sevilla con su feria de abril”.
Camino y canción. Camino de vuelta a casa, a la casa de siempre, a la casa de todos, que nos emociona cuando volvemos a ver “La Torre de los Almendros”. Y cantando nuestra Jota: “Al entrar en Almendralejo, vide tu hermosos retrato, / lo vi de cuerpo gentil, que hace pecar a los santos, / que hace pecar a los santos, carita de serafín. / Y una niña bonita, que del cielo bajó, / con el pelo teñido y en la punta una flor...”.
El reencuentro emocionado con la familia; el anhelo de volver a la comida casera de la madre, a la acogida orgullosa del padre, a la cotidiana convivencia con los hermanos; y a la alegría de seguir escuchando de labios de su abuela la “Nana de Sevilla”, del gran Federico García Lorca, con la que tantas madres y abuelas acunaron a sus pequeños: “Este galapaguito / no tiene mare, a, a. / No tiene mare, sí, / no tiene mare, no, / no tiene mare, a, a, a...
Y más camino, y más canción. Las galas del verano, por Galicia, por toda Extremadura, que recuerda, entornando los ojos, y evocando la “Jota de la Siberia”: “Vas a la fuente por agua, / y no llevas compañera, / quieres que yo te acompañe, / rosita de primavera. / Anda vete, anda vete, / aguarda, aguarda, / ven conmigo a la fuente, / beberás agua. / Beberás agua, niña, / beber agua, /anda vete, anda vete, / aguarda, aguarda”. Y, después, “fuimos a Televisión española, al programa “Gente joven”, donde quedamos de los mejores y en primeras posiciones. ¡Qué orgullo para Almendralejo, en aquel verano de los ochenta!”. Aquí, Paka tiene un entrañable recuerdo para compañeros que en aquellos momentos tanto le aportaron a ella y al Grupo. Es mejor que los escuchen de sus labios en el vídeo que acompaña a mi sencillo comentario.

Un último apunte en este camino lleno de canciones; entre estas canciones que hacen el camino. “Entre tanto colorido y alegría –dice Paka- y como no puede haber rosa sin espinas, os confieso que hoy siento a mi madre aquí, muy adentro, atenta, orgullosa, crítica y aplaudiendo a su hija. Me observan sus bellos ojos verdes desde el primer momento, desde la primera fila...” Y para ella es este cantar sentido del “Fandango extremeño”: “Súbete, súbete, súbete, / sube niña a tu balcón, súbete, / que te pareces la aurora / cuando te asomas a él, súbete. / Con esa gargantilla / y esos pendientes de lazo, / te pareces a la reina / cuando sale de palacio, / te pareces a la reina / cuando sale de palacio”. Y así, concluye, como empezó, cerrando el círculo del camino recreado, “sorprendida, honrada y agradecida”. Enhorabuena, Paka.