Las primeras noticias se refieren a Miguel-Ángel Antolín Siffredi que, en un artículo publicado el 14 de agosto de 1949 en el Diario HOY, sobre el Santuario de Nuestra Señora de la Piedad de Almendralejo, se titula "Cronista Oficial de la Ciudad". Su nombramiento, que no hemos encontrado, debió hacerse poco antes de esta fecha, porque en otro artículo publicado en el mismo periódico del 26 de marzo precedente, sobre la fundación del Convento almendralejense de San Antonio, no firmaba con dicho título; y, menos, en otros aparecidos en años anteriores, que se encuentran, con los citados, en la Colección Hemerográfica del Centro de Iniciativas Turísticas de Almendralejo.
La figura del Cronista Oficial de la Ciudad se trata por primera vez en la documentación oficial municipal de Almendralejo, cuando en el Libro de Acuerdos de la Comisión Permanente del Ayuntamiento, en su sesión del 5 de septiembre de 1951, se dice textualmente:
“Se da lectura a la propuesta que formula la Junta de la Biblioteca, de sustituir al actual cronista de la Ciudad, D. Miguel Ángel Antolín, por el actual Bibliotecario, D. Manuel Anisis Rebolledo, por residir el primero fuera de la localidad y no poder atender debidamente el cometido que tiene asignado su cargo. Por unanimidad se acuerda, de conformidad con la propuesta”.
En la Revista de Ferias de 1952, Manuel Anisis Rebolledo, realizó una entrevista al Alcalde de la Ciudad, Tomás de la Hera Blasco, y la firmó como Cronista Oficial. Anisis siguió dirigiendo la Revista de Ferias, sólo o acompañado por Francisco Blanco Martínez, al menos, una década más, y, aunque hay en estas revistas artículos firmados por el Cronista Oficial, nunca se antepone a dicho título nombre alguno. De la misma manera, en los Presupuestos Municipales de 1959 (Acuerdo de 2-10-1959) y 1960 (Acuerdo de 17-10-1960), aparece una partida de 792 pesetas como pago al Archivero-Bibliotecario,[era Manuel Anisis] en su calidad de Cronista de la Ciudad. Su principal labor como Cronista estuvo dirigida a la realización y publicación de la citada Revista.
Extraña, por lo dicho anteriomente, que en el Pleno de la Corporación de 2 de junio de 1960, el concejal Ángel Hidalgo-Barquero de la Cámara señalara la necesidad de un archivero, que catalogue el Archivo y lo ponga en marcha, así como que "también es necesario que se hagan las crónicas en el Libro de la Ciudad, para que consten en él las efemérides de los hechos ocurridos en la misma para que estén a disposición del público y del Ayuntamiento y Casa de la Cultura”.
La Corporación Municipal, por unanimidad, acuerda aprobar la anterior propuesta de la Alcaldía y nombrar Cronista Oficial de la Ciudad a Don Juan Blasco Barquero. También por unanimidad se acordó señalar en concepto de indemnización por su trabajo de estudios y propaganda de nuestra Ciudad, la cantidad de MIL PESETAS MENSUALES, a partir de 1º de Enero próximo”.
Juan Blasco falleció el 11 de diciembre de aquel mismo año, y en el Pleno de la Corporación del día 14 siguiente (AHA, ibídem, f. 33) se aprobó una propuesta de la Comisión Municipal Permanente en orden a concederle a título póstumo la Medalla de la Ciudad en su categoría de plata, organizarle una velada necrológica en su honor y perpetuar su memoria con la colocación de una lápida y dedicación de una glorieta, ambas en el Parque de Nuestra Señora de la Piedad.
Finalmente, el 31 de mayo de 1968 "la Comisión Permanente, a propuesta del Sr. Teniente de Alcalde, Presidente delegado de la Comisión de Cultura, D. Antonio Díaz Rodríguez, por unanimidad acordó nombrar Cronista Oficial de la Ciudad, sin sueldo ni gratificación, a D. Francisco Hernández García".