cartelnavarraDurante los días 21 al 26 de agosto de 2009 la Coral de Almendralejo y un nutrido grupo de amigos y simpatizantes de la agrupación musical han recorrido la Comunidad Navarra llevando la buena música y la cordialidad de Almendralejo, y recibiendo en la misma medida de sus anfitriones, la Coral Oberena de Pamplona, en especial, de su director Alfonso Ortiz Santesteban, y de cuantas personas e instituciones se han relacionado con los 120 almendralejenses que se desplazaron a tierras navarras.

El recorrido turístico por Pamplona descubrió a los expedicionarios una ciudad privilegiada, donde junto a modernas construcciones y al sabor antiguo de un pueblo milenario, más de la quinta parte de su superficie estaba destinada a zonas verdes, silenciosas y bellas en su quietud: la tranquilidad de la extensa Ciudadela, el estilo francés de la Taconera, el diseño japonés del Yamaguchi, próximo al Hotel donde se alojaban los almendralejenses, el romántico de La Media Luna, en las traseras de la Plaza del Castillo, próxima a la Plaza de Toros, desembocadura de las calles Santo Domingo, Plaza Consistorial, Mercaderes y Estafeta, lugares de los famosos encierros de los Sanfermines.

En el Palacio Consistorial la expedición de Almendralejo fue recibida en uno de los ricos salones del edificio, abierto al balcón principal de su bella fachada barroca, por una representación del Ayuntamiento pamplonés, presidida por José Iribas Sánchez de Boado, primer teniente de alcalde del Consistorio, quien tuvo palabras de bienvenida y cortesía para los almendralejenses, entre los que se encontraba el concejal del Ayuntamiento de Almendralejo, Carlos Gómez Patarro, que ostentaba la representación del Alcalde de la Ciudad, José María Ramírez Morán, que correspondió en la misma medida, siendo portador de una carta de nuestra primera autoridad municipal y de algunos regalos para los ediles pamploneses, a los que también la Coral obsequió con una de sus canciones.

La Coral de Almendralejo tuvo una primera actuación el domingo día 23 en la Catedral de Santa María de la capital navarra, de preciosa fachada neoclásica, que encierra un templo gótico de los siglos XIV y XV. Acompañó con sus interpretaciones la celebración de la Santa Misa, con piezas de F. Schubert, Gounod, Carneiro, Haendel... A continuación ofreció un pequeño concierto, iniciado con el himno ortodoxo ruso "Tebe Poem", de Dmitry Bortniansky y concluido con el de la Marina española, la "Salve Marinera" del compositor extremeño Cristóbal Oudrid; después de interpretar obras de Mozart, Palestrina, y el poema "Señor me cansa la vida", que, con música de Juan Alfonso García, nos muestra un Antonio Machado sumido en la crisis que le produjo la muerte de su esposa.

Sorpresa agradable, y digna de reconocimiento, fue la deferencia que el canónigo maestro de capilla de la Catedral, Aurelio Sagaseta Aríztegui, tuvo con los almendralejenses, mostrándoles el delicado claustro gótico (en el que la Coral obsequió a todos con una breve interpretación) y guiándoles por el rico patrimonio musical de la Catedral.

pamplonaEn la tarde del domingo, nos trasladamos al extremo occidental de los Pirineos, para disfrutar de la belleza paisajística de Roncesvalles, centro de evocaciones del mundo carolingio y de la Ruta Jacobea, con edificaciones notables, en especial, la rica Colegiata, a cuya Virgen de Roncesvalles los expedicionarios ofrendaron, de forma espontánea, algunas canciones.

El lunes estuvo dedicado a la recreación por San Sebastián, "día libre" después de la intensa jornada del domingo y descanso para la que esperaba el martes. Aunque los almendralejenses se extendieron en pequeños grupos por la hermosa capital donostiarra, no dejaron de recorrer el hermoso paseo que enmarca la carismática bahía de la Concha, abierta entre los montes Igueldo y Urgull, con la isla de Santa Clara en el centro, con sus limpias arenas y aguas, en las que los más atrevidos se dieron, incluso, un baño; ni dejaron de probar los famosos "pinchos", en los bares de la Parte Vieja de la Ciudad.

El último día en tierras navarras se visitó la zona sur de la Comunidad, la Ribera Navarra; con una primera estación, por la mañana, en Tudela, ejemplo de ciudad en la que convivieron las tres culturas, musulmanes, judíos y cristianos, donde pudieron admirar el románico de la Iglesia de la Magdalena y el impresionante retablo gótico de la Catedral de Santa María, así como su coro renacentista y sus capillas barrocas. Por la tarde, de camino hacia Pamplona, segunda estación, en Olite, pequeña ciudad palaciega en torno al castillo-palacio de los reyes de Navarra del siglo XV. Ciudad hermana de Almendralejo, por lo que respecta a la vid, ya que es "Capital del vino de Navarra", y sede de la Estación de Viticultura y Enología, del Museo de la Viña, de la Cofradía del Vino y del Consejo de la Denominación de Origen  de la Comunidad. Hubo recepción en el Ayuntamiento con presencia de la alcaldesa María del Carmen Ochoa Canela, repitiéndose las declaraciones y los obsequios que llevaba el Ayuntamiento de Almendralejo.

Más tarde, tuvo lugar un concierto ofrecido por las dos corales, Oberena de Pamplona y la Coral de Almendralejo, que en un principio estaba anunciado en la Iglesia de los Franciscanos, pero que se realizó en el monasterio de Santa Engracia de las hermanas clarisas, que disfrutaron, desde su clausura, como todos los asistentes de dos magníficas actuaciones.

La Coral Oberena interpretó la pieza de la liturgia ortodoxa rusa, "Bogoroditze Devo", de Rachmaninoff; música colombiana del compositor Emilio Murillo, "La Cabaña"; el espiritual "I'm gonna sing"; y una canción tradicional de Azores, la bellísima "Olhos Negros".

La Coral de Almendralejo enlazó con su anterior actuación con las piezas de Palestrina y Bortniansky, para, a continuación, abordar un conjunto variado y hermoso de piezas populares españolas e hispanoamericanas: la canción castellana "Eres como la nieve", armonizada por Ernesto  Halffter; la "Jotilla de Aroche", de la sierra onubense; y las dos extremeñas, armonizadas por el Director de la Coral, Juan Bote Lavado, "Fandango Extremeño" y la "Jota de Almendralejo". Y en honor de los anfitriones, una jota navarra. Del folclore hispanoamericano, interpretaron "Pueblito, mi pueblo", la canción popular argentina a la que pusiera música Carlos Guastavino; el bolero cubano "Veinte años", de María Teresa Vera; y la habanera mexicana "La Golondrina". Dos excelsos poetas, Antonio Machado y José de Espronceda dieron sus textos para sendas canciones, "Cantares", en la versión de Juan Manuel Serrat, con arreglos de Liliana Cangiano; y "Con diez cañones por banda", con música de Juan Pérez Ribes.

Y así, en el barco del paisano pirata, por los caminos que cada uno va haciendo en la vida, los expedicionarios regresaron al día siguiente a Almendralejo, con una parada en Burgos para admirar su hermoso templo catedralicio gótico, con la sensación de haber cumplido con la misión de embajadores, guiados magníficamente por el Presidente de la Coral, Leocadio Moya Romero, y por su Director, Juan Bote Lavado.