Ramón de Batlle Pérez (1911-1912)
Durante el año 1911 regirá los destinos de la Sociedad como presidente el abogado Ramón de Batlle Pérez (8-1-1911 a 15-1-1912). Hijo de Antonio Batlle Vázquez, natural de Barcelona, Capitán de la Guardia Civil, y Alcalde de Almendralejo (1874-1875), Ramón nació en Mérida y casó en 1903 con Enriqueta Maldonado Saavedra. No tuvieron descendencia. Enriqueta sobrevivió a su marido unos 25 años y falleció en 1957. Su generosidad cristiana le llevó a donar sus bienes a obras benéficas y costear en 1954 la construcción de la sacristía de la Parroquia de la Purificación, donde una placa recuerda que lo hizo en sufragio de sus difuntos, especialmente, de su tío, el presbítero Aquilino Merchán Melcón.
Cargareme referente a la asistencia de la Banda a la Feria de las Mercedes, 3-10-1911
Comenzaba la Feria de las Mercedes y la Sociedad donó 300 pesetas a los organizadores para contribuir a su esplendor. El cargareme adjunto nos recuerda, además, que la Banda del Obrero actuó durante los días de la exposición de ganados, cobrando por ello 80 pesetas.
Por otra parte, fue un año de transición, sin grandes realizaciones, salvo la, ya frecuente, de ir matizando el Reglamento en lo que se refería al socorro de enfermedad, quedando reformados dos artículos en el sentido siguiente: Todo socio que hubiera ingresado en la Sociedad antes del 31 de diciembre de 1907, y llevara más de tres años perteneciendo a la misma, tendría derecho al socorro de 1,50 pesetas diarios en caso de enfermedad que le imposibilitara para dedicarse al trabajo; y el socio enfermo que, bien en su casa o fuera de ella, trabajase o se dedicase a su habitual ocupación sin haber sido dado de alta en la enfermedad, sería considerado defraudador de los intereses de la Sociedad, y por tanto expulsado de la misma.
El 8 de septiembre de 2019, a las 12.30 horas en el Teatro Carolina Coronado tuvo lugar el Acto Institucional del Día de Extremadura en la ciudad de Almendralejo. Presentado con maestría por el periodista y locutor de Radio Comarca de Barros, Juan José Reyes León, comenzó con una introducción musical a cargo de la Rondalla de la Agrupación Cultural y Folclórica “Tierra de Barros”, para dar paso al izado de banderas a los sones de los himnos de España y Extremadura.
El día anterior, en el acto solemne del Teatro Romano de Mérida, se había hecho entrega de una de las Medallas de Extremadura a la Unidad Militar de Emergencias y al colectivo de las policías locales de la región. Por ello, como reconocimiento a la Policía Local de Almendralejo, por la parte que les toca del galardón extremeño, el Ayuntamiento de la ciudad, en la persona de su alcalde, entregó al Intendente-Jefe del Cuerpo de Policía Local, Antonio Ramírez López, una reproducción del Disco de Teodosio, gesto que el galardonado agradeció con unas breves palabras indicando que, de esta manera, si cabe, se reafirmaba, aún más, la voluntad del Cuerpo Local de trabajar en beneficio de todos los ciudadanos.
Se pasó a uno de los momentos más emotivos del acto, cuando la joven Inmaculada Rubiales Valero pronunció su “discurso ciudadano”, circunstancia que se daba por primera vez en un acto de esta naturaleza, y con el que el Ayuntamiento quería hacer llegar al pueblo, la voz del “pueblo no institucional”, representado en esta ocasión por una joven almendralejense que ya había dejado muestras de su valía como escritora, entre otros textos, con su novela Un amigo gratis. Y bien que lo hizo Inma Rubiales, con un discurso que podemos leer íntegramente, por deferencia de su autora (Discurso ciudadano). El lector podrá, pues, valorarlo, aunque no sea lo mismo leerlo que escucharlo: fue muy emocionante.
Inma Rubiales construyó un magnífico discurso, lleno de recomendaciones positivas hacia los jóvenes, sin olvidar a los colectivos más desfavorecidos de la sociedad. Animó no solo a tener sueños sino a convertirlos en realidades mediante el trabajo bien hecho, pues para edificar unos buenos cimientos (el muro) es preciso colocar adecuadamente, constantemente, sin desmayo, los elementos (los ladrillos) que lo harán sólido y resistente ante las adversidades, ya que estarán labrados a base de nuestra preparación artística, científica, motivadora, creyendo, ante todo, en nuestras propias posibilidades… La sociedad, por otra parte, tiene el deber de dar oportunidades para que todos estos sueños puedan crecer. Y destaco de esa positividad, su mensaje final, su optimismo basado en el potencial que tiene su entusiasmo, centrado en el esfuerzo diario.
Tengo mucha fe en Extremadura. Es mi tierra. Estoy enamorada de esta comunidad. Llevo viviendo aquí toda mi vida y planeo quedarme durante mucho, mucho tiempo. Y confío en que, todos juntos, podemos colocar ladrillos y convertir Almendralejo, y Extremadura entera, ya que estamos, en tierra fértil de nuevas oportunidades. En una comunidad en donde, día tras día, crezcan millones de semillas, y en donde los jóvenes, las personas mayores, las mujeres, las personas con discapacidad y todos los colectivos oprimidos y toda la ciudadanía, en general, tengamos más voz.
Porque Extremadura no son solo campos verdes llenos de árboles. No son solo las ciudades, los cascos antiguos y los patrimonios artísticos. Extremadura también somos nosotros. Somos sobre todo nosotros, los ciudadanos. Y nos merecemos que nos escuchen.
Se pasó, a continuación, a la entrega de los tres premios, según categorías, a los ganadores del VI Concurso de Pintura Manuel Antolín: Javier Páez Tortolero, Paula Hurtado Córdoba y Manuel Reina Infantes, respectivamente, en las modalidades infantil, juvenil y adulto.
El alcalde de Almendralejo, José María Ramírez Morán, dedicó su breve intervención a agradecer su labor a todos los que habían hecho posible la celebración de este acto y a reafirmar su fe y su esperanza en Extremadura, cuyas potencialidades debemos conocer y hacer conocer a quienes también estén dispuestos a apostar por ella.
Una nueva actuación de la Rondalla, magnífica, como es habitual, dirigida por Luis Garrido Barragán puso el broche final al acto, con varias piezas; concluyendo con la Jota de Almendralejo y la Jota de Guadalupe, uniendo así la Ciudad y la Comunidad Autónoma.
Ante la posibilidad de que se solicite el cambio de denominación del "Estadio Francisco de la Hera”, donde juega el Extremadura U. D. en la Segunda División del fútbol español, recuerdo algunos antecedentes y normas legales que se habrían de tener en cuenta, considerando que dar el nombre de una instalación municipal es un honor y una distinción que, como todos los que se estipulan en el Reglamento de Honores y Distinciones, el Ayuntamiento en pleno concede “a fin de premiar especiales merecimientos, beneficios señalados o servicios extraordinarios realizados por personas físicas o jurídicas” (artículo 1º) y que la privación de estas distinciones se hace, por el mismo órgano municipal, “a quienes incurran en faltas que aconsejen esta medida extrema” (artículo 18º).
El Ayuntamiento concedió esta distinción a don Francisco de la Hera Blasco por acuerdo plenario de 30 de julio de 1973 en la que se presentó la moción correspondiente, aprobada definitivamente en el pleno del 4 de octubre siguiente, en el que se recogió la autorización de la Dirección General de la Administración Local de dicho nombramiento, en virtud de la legislación de aquel momento.
El actual Reglamento señala en su disposición transitoria que “cuantas personalidades o entidades se encuentren actualmente en posesión de alguna de las distinciones que son materia de este Reglamento continuarán en el disfrute de los mismos con todos los derechos, honores y prerrogativas que se les reconocieron en los Reglamentos respectivos o en los acuerdos plenarios dictados en relación con dichos otorgamientos”.
Para esta y futuras consultas se recoge el vigente "Reglamento para la concesión de distinciones y honores por el Excmo. Ayuntamiento de Almendralejo", aprobado en sesión plenaria de 31 de julio de 1995, y publicado en el Boletín Oficial de la Provincia, de 21 de agosto; subrayando los artículos a que hemos hecho alusión:
Reglamento para la concesión de distinciones y honores por el Excmo. Ayuntamiento de Almendralejo
Capítulo 1
De los Títulos, Honores y Condecoraciones Oficiales del Ayuntamiento de Almendralejo
Artículo 1°. Los Títulos, Honores y Condecoraciones que, con carácter oficial podrá conferir en lo sucesivo el Excmo. Ayuntamiento de Almendralejo, a fin de premiar especiales merecimientos, beneficios señalados o servicios extraordinarios realizados por personas físicas o jurídicas, son los siguientes: Título de Hijo Predilecto o Hijo Adoptivo de Almendralejo, Medalla de Honor de Almendralejo, Medalla de Almendralejo en sus tres categorías de Oro, Plata y Bronce, Escudo de Oro de Almendralejo y designación de una vía pública, complejo urbano o instalación municipal con el nombre del galardonado.
Artículo 2º.- Para la concesión de todas estas distinciones; honoríficas enumeradas, el Ayuntamiento de Almendralejo habrá de observar las normas reglamentarias que a continuación se consignan, y, en su caso, aquellas normas particulares que afecten a funcionarios que merezcan ser recompensados con tales Distinciones. En todo caso, con la sola excepción del Jefe del Estado, ninguna de las precedentes Distinciones y Honores podrá ser otorgada a personas que desempeñen altos cargos en la Administración y respecto de las cuales se encuentra la Corporación en relación subordinada de jerarquía, función o servicio, en tanto subsistan estos motivos.
Artículo 3º.- Todas las distinciones a que hace referencia este Reglamento tienen carácter exclusivamente honorifico, sin que, por tanto, otorguen ningún derecho administrativo, ni de carácter económico ni de sucesión.
Capítulo II
De los Títulos de Hijo Predilecto y de Hijo Adoptivo de Almendralejo
Artículo 4º.- l. El Título de Hijo Predilecto de Almendralejo sólo podrá recaer en quienes hayan nacido en la Ciudad, y que por sus destacadas cualidades o méritos señalados y singularmente por sus servicios en beneficio, mejora u honor de Almendralejo, hayan alcanzado tan alto prestigio y consideración general tan indiscutible en el concepto público, que la concesión de aquel título deba estimarse por el Ayuntamiento como el más adecuado y merecido reconocimiento de esos méritos y cualidades y corno preciado honor, aún más que para quien lo recibe, para la propia Corporación que lo otorga, y para el pueblo de Almendralejo por ella representado.
2. El nombramiento de Hijo Adoptivo podrá conferirse a favor de personas que sin haber nacido en Almendralejo, y cualquiera que sea su naturaleza de origen, reúnan los méritos y circunstancias enumeradas anteriormente.
3. Tanto el Título de Hijo Predilecto como el de Hijo Adoptivo podrán también ser concedidos como póstumo homenaje, al fallecimiento de personalidades en las que concurrieran los merecimientos citados.
4. Ambos Títulos de Hijo Predilecto y de Hijo Adoptivo deben ser considerados de igual jerarquía y del mismo honor y distinción.
Artículo 5º.- Los Títulos de Hijo Adoptivo y de Hijo Predilecto constituyen la primera y mayor distinción que el Ayuntamiento de Almendralejo puede otorgar y, por lo tanto, y para que se mantenga en todo su prestigio, habrá de observarse en su concesión el máximo rigor y la mayor restricción posibles.
Artículo 6º.- Los Títulos de Hijo Predilecto y de Hijo Adoptivo serán vitalicios, y no podrán otorgarse nuevos títulos de Hijo Predilecto mientras vivan tres personalidades que ostenten dicho Título, ni concederse título de Hijo Adoptivo en tanto vivan tres personas favorecidas con dicha distinción, salvo casos de excepcional importancia a juicio de la Corporación, la cual, previo expediente en el que se acrediten escrupulosamente esas excepcionales circunstancias, habrá de acordar dicha ampliación en sesión plenaria y por unanimidad.
Artículo 7°.- El Título de Hijo Predilecto o de Hijo Adoptivo de Almendralejo dará derecho a quien lo ostente a acompañar a la Corporación Municipal a los Actos Oficiales a que ésta concurra, ocupando el lugar que al efecto se le señale por el Jefe de Protocolo.
Capítulo III
De la Medalla y Escudo de Almendralejo en sus diferentes categorías
Artículo 8º,- La Medalla de Honor constituye el grado máximo de las condecoraciones que puede otorgar la Corporación; y respondiendo a ese su carácter singular habrá de reservarse su concesión a casos también verdaderamente excepcionales. Como tales se consideran a la Patrona de la Ciudad y al Jefe del Estado.
Artículo 9º.- l. La Medalla de Almendralejo, en sus tres categorías de Oro. Plata y Bronce, así como el Escudo de Oro de la Ciudad se podrán otorgar a personalidades nacionales y extranjeras, así como a entidades o agrupaciones, que por sus obras, actividades o servicios a favor de La Ciudad, se hayan destacado notoriamente, haciéndose merecedores de modo manifiesto al reconocimiento del Ayuntamiento y pueblo de Almendralejo.
2. Para determinar, en cada caso, la procedencia de la concesión y la categoría de la Medalla o Escudo, a otorgar, habrá de tenerse en cuenta la índole de los méritos y servicios, la trascendencia de la labor realizada en beneficio u honor de la Ciudad y las particulares circunstancias de la persona objeto de la condecoración propuesta, dando preferencia, en su apreciación, más que al número, a la calidad de los merecimientos de quien haya de ser galardonado.
Artículo 10º.- 1. Con objeto de graduar debidamente la importancia de cada una de las categorías de la Medalla y Escudo, referidos, se limitará la concesión de la de Oro a uno por año como máximo; de la de Plata a dos; y en cuanto a la de Bronce y al Escudo podrán ser otorgados sin limitación de número.
2. Lo señalado en el punto anterior se entenderá, salvo casos de excepcional importancia a juicio de la Corporación Municipal en los que, previo expediente en el que se acredite esa especial circunstancia, podrá acordar dicha ampliación en sesión plenaria y por unanimidad.
Capítulo IV
De otras distinciones honoríficas
Artículo 11º.- El Pleno de la Corporación podrá designar una vía pública, complejo urbano o instalación municipal con el nombre de una persona o institución vinculada a la ciudad, reconociendo en ello especiales merecimientos o servicios extraordinarios a Almendralejo.
Artículo 12º.- Para la concesión de los Honores y Distinciones previstos en este Reglamento será preciso la instrucción del oportuno expediente, en el que se acrediten los méritos y circunstancias de la persona física o jurídica a la que se pretenda distinguir.
Artículo 13º.- 1. Los Distintivos y Nombramientos se otorgarán previo expediente que se iniciará por Decreto de la Alcaldía-Presidencia, bien por propia iniciativa o a petición de una tercera parte de los miembros que componen la Corporación Municipal.
2. En el Decreto de iniciación se designará de entre los señores concejales al que como Juez instructor haya de tramitarlo. En el mismo Decreto se le podrá asignar un Secretario.
Artículo 14º.- El Juez Instructor del expediente practicará cuantas pruebas y actuaciones conduzcan a la precisión de los méritos de la persona o entidad propuesta, hasta llegar a una conclusión favorable o adversa de la propuesta inicial en un tiempo máximo de tres meses.
Artículo 15º.- 1. Una vez concluido el expediente, será dictaminado por la Comisión Informativa de Cultura y sometido al Ayuntamiento Pleno el cual adoptará el acuerdo que estime conveniente, observando en la votación las normas que se señalan en los números siguientes.
2. Para la concesión del Título de Hijo Predilecto y de Hijo Adoptivo de Almendralejo, así como las de Medalla de Honor y Medalla de Oro, se requerirá el voto favorable de las dos terceras partes del número de los señores concejales que componen la Corporación Municipal.
3. La concesión de la Medalla de Almendralejo en las categorías de Plata y Bronce, .así como la del Escudo de Oro de la Ciudad y la distinción que otorga el nombre a una vía pública, complejo urbano o instalación municipal, requerirá el voto favorable de la mayoría absoluta de los señores concejales que componen la Corporación.
Artículo 16º.- El Ayuntamiento creará un Libro do Honores y Distinciones en el que se consignen las circunstancias personales de todos y cada uno de los favorecidos con alguna de las distinciones honorificas a que se refiere el presente Reglamento.
Artículo 17º.- 1. La concesión de las distinciones y nombramientos serán efectuadas por el Sr. Alcalde-Presidente o persona que legalmente le sustituya, con asistencia del Pleno de la Corporación.
2. En todas las distinciones se otorgarán, además de las insignias que correspondan, un Diploma en el que se expresará de forma sucinta los merecimientos que motivan y justifican la concesión conferida.
3. Las características de las medallas y de los diplomas serán determinadas por acuerdo plenario adoptado al efecto.
Artículo 18º.- El Ayuntamiento podrá privar de las distinciones que son objeto de este Reglamento, cualquiera que sea la fecha en que hubieran sido conferidas, a quienes incurran en faltas que aconsejen esta medida extrema, previo expediente que se instruirá con las mismas características y garantías que tiene lugar para el acto de la concesión.
Disposición transitoria.
Cuantas personalidades o entidades se encuentren actualmente en posesión de alguna de las distinciones que son materia de este Reglamento continuarán en el disfrute de los mismos con todos los derechos, honores y prerrogativas que se les reconocieron en los Reglamentos respectivos o en los acuerdos plenarios dictados en relación con dichos otorgamientos.
En el Pleno del Excmo. Ayuntamiento de Almendralejo, de 8 de mayo de 2019, la Corporación, por unanimidad, acordó rotular el actual Pabellón Extremadura del Polideportivo Municipal como "Pabellón Extremadura Viti García Rubiales; y colocar una placa en la que se incluya la nueva denominación del Pabellón, como "Pabellón Extremadura Viti García Rubiales".
Doña Victoria Eugenia García Rubiales nació en Almendralejo el 2 de noviembre de 1947, en el seno de una familia dedicada en esta ciudad a la docencia en distintas generaciones. Si en el hogar es donde se inculcan las más hondas raíces de la personalidad, Victoria las tuvo y las desarrolló durante toda su vida, consagrada a la enseñanza en diversas facetas de la misma.
1. Estudios y destinos docentes
Victoria consiguió el título de Instructora Provincial de Educación Física, en la Escuela Superior “San Fernando” de Cádiz, en 1965; e inmediatamente comenzó a desarrollar su actividad educativa como profesora de Educación Física en el Colegio “Santo Ángel” de Almendralejo, en donde permaneció durante cuatro cursos, desde 1966-1967 hasta 1969-1970.
Desde el curso 1967-1968 daba también clases en la Sección Delegada Mixta de Almendralejo, dependiente del Instituto “Santa Eulalia” de Mérida, actividad a la que se dedicó exclusivamente desde el año 1970-1971, continuando en este Centro cuando pasó a ser Instituto Nacional de Enseñanza Media “Carolina Coronado” hasta el curso 1983-1984.
En 1977 consiguió el título de Instructora Nacional de Educación Física, expedido por la Escuela Nacional de Educación Física, en Madrid, y comenzó a dar clases en la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado “Santa Ana”, donde, además de la asignatura general de “Educación Física”, fue profesora titular de “Expresión Dinámica Especial” y “Didáctica de la Educación Física”; y de “Animación sociocultural”, en la Escuela Universitaria “Santa Ana” de Trabajo Social, desde 2003; en ambos centros universitarios, a tiempo parcial, hasta su jubilación en 2008.
La normativa derivada de la Ley de Cultura Física y del Deporte de 1980, condujo a una nueva regulación académica de los profesores de Educación Física, cuyas enseñanzas se terminarían convirtiendo en universitarias, siendo los Institutos Nacionales de Educación Física (INEF) los encargados de impartir los ciclos de diplomatura y licenciatura correspondientes. Victoria García Rubiales hizo sus estudios universitarios en Madrid, en el INEF adscrito a la Universidad Politécnica de Madrid, con gran esfuerzo y sacrificio, pues contaba en aquellos momentos con el reciente nacimiento de su hija María. Cumplidos los cinco años (tres de diplomatura, y dos de la licenciatura) recibió el título de Licenciada en Educación Física en 1988.
Durante este quinquenio de estudios, no abandonó su docencia pero afrontó cambios de destino: el primero, ya iniciado el curso 1984-1985, cuando, en virtud de una orden por la que se reestructuraba la situación laboral y administrativa del referido profesorado, fue destinada a Zafra, al Centro de Formación Profesional (Sección Delegada de Formación Profesional), donde terminó aquel año académico; para pasar en el siguiente al Instituto de Educación Secundaria “Santiago Apóstol” de Almendralejo, donde estuvo hasta su jubilación en 2008. Apasionada por su trabajo, pasión que emanaba de su gran vocación, convirtió en “su segunda casa” cada uno de los centros de enseñanza por los que pasó, durante sus 42 años de ejercicio docente.
Todavía en sus dos últimos cursos fue profesora del Ciclo Formativo de Grado Superior de Actividades Físicas y Deportivas (TAFAD), cerrando su actividad docente en este ciclo que encierra mucho de lo que estuvo desarrollando durante su dilatada docencia: enseñar y dinamizar juegos, actividades físico-deportivas, recreativas, individuales y de equipo.
2. La búsqueda de la innovación educativa y la calidad en la docencia
Y para ello, se estuvo preparando continuamente, como lo muestran los numerosos cursos de perfeccionamiento que recibió sobre atletismo, psicomotricidad, gimnasia rítmica o técnicas de expresión corporal, entre otros; sin olvidar aquellos que les ofrecían posibilidades de trabajar la cooperación, incluso la coeducación, como los dedicados al korfball, o al acrosport; o los que le ponían “al día” en las novedades de las distintas orientaciones y reformas educativas (la ESO, la Reforma de las Enseñanzas Medias, elaboración de materiales y medios de consulta en Internet, introducción al fit-ball training, proyecto Mercurio sobre nuevas tecnologías...); en general, los llamados cursos ACD (Cursos de Actualización Científica y Didáctica) que pretendían “desarrollar la capacitación del profesorado para realizar una reflexión y una actualización científica y didáctica que incremente su profesionalidad y mejore su labor docente”, objetivos que fueron constantes en la enseñanzas que impartía Victoria García Rubiales, que planteaba una metodología novedosa, que contribuía a la formación integral del alumnado, tanto en aspectos propios de esta materia, como en la comprensión de otros aspectos, sean las emociones, las relaciones..., entendiendo la educación física no solamente como ejercicio y competición sino como una forma de autoconocimiento y cooperación.
Toda su docencia estuvo basada en un gran sentido del deber, exigencia y flexibilidad, disciplina y comprensión; actitudes propias de quien es capaz de ejercer el liderazgo porque tiene autoridad. Una autoridad aceptada por todos que proviene de su formación, de su carisma personal y de una bondad natural, que en ocasiones le permitía presentarse como una madre solícita que solucionaba situaciones complejas, merecedora de la admiración y respeto de compañeros y alumnos.
Porque la enseñanza no solo fue para ella una profesión y una forma de vida, sino también la manera de darse a los demás, sin guardarse nada, con una energía que sorprendía, con una generosidad sin límites por cuanto había asimilado, quizás por tradición familiar, que el servicio es una obligación sagrada que obliga a quienes graciosamente han recibido los talentos que los hacen diferentes y mejores, para favorecer el progreso de la sociedad en la que se vive, y, en su caso, mejorar la formación de los jóvenes y promover su desarrollo espiritual y humano.
En este aspecto, Victoria Eugenia García Rubiales era una profesora justa, equilibrada, motivadora y capacitada para mantener la tensión y la atención necesarias para hacer de la clase diaria un lugar cómodo, disciplinado y siempre novedoso, el espacio de enseñanza-aprendizaje adecuado para lograr los objetivos programados.
Es digno de resaltar, igualmente, su preocupación por los alumnos con necesidades educativas especiales, impartiéndoles docencia, organizando los actos de apertura y clausura de los VII Juegos Extremeños del Deporte Especial (1991), o realizando un curso sobre las necesidades de alumnos sordos. Son hitos de su currículo que tienen un colofón entrañable cuando, ya jubilada, su sentido de la solidaridad y ayuda a los demás se volcó sobre uno de los colectivos sociales más sensibles como eran los discapacitados físico-psíquicos, ofreciéndose, en 2008, altruistamente a dar clases de psicomotricidad a los jóvenes discapacitados de Aprosuba 2, hoy Includes de Almendralejo; y con ellos estuvo hasta que su cardiopatía le impidió continuar, lo cual le afectó mucho porque en este centro se sintió muy feliz y útil con su faceta de voluntariado.
Un último servicio ejemplar en su dedicación a la enseñanza.
3. Haciendo convivencia con el entorno: actividades complementarias y extraescolares
La profesora Victoria García Rubiales tuvo otra dimensión importante en los centros por los que pasó. Los últimos catorce cursos de su currículo docente (1994-2008) dirigió el Departamento de Actividades Complementarias y Extraescolares del “Santiago Apóstol”. Estas actividades cuadraban perfectamente con su carácter extrovertido, vitalista, sociable, que siempre miraba hacia fuera..., impulsiva, aunque reflexiva, algunos la definían cariñosamente “Viti, puro impulso...”, y aceptó la tarea de aglutinar el esfuerzo del profesorado para organizar, colaborar y dinamizar las actividades culturales, deportivas, formativas y de ocio, que cumplen la función de redimensionar los centros, vertebrar los departamentos didácticos, implicar al alumnado y darles una dimensión social haciéndoles tomar parte en la vida cotidiana de la localidad.
Y el Departamento sacó fruto de su actitud, y hasta la Inspección Educativa les concedió en 1998 una Mención especial por su buen trabajo. Y se ocupó de una manera especial en fomentar todo aquello que contribuyera a hacer de la comunidad educativa un gran equipo, a crear vínculos, a concienciar en la solidaridad, favorecer el diálogo, la convivencia y la amistad: lo que ella denominaba “el espíritu del Santiago”, en referencia a ese sentido de cooperación que tenía todo el acontecer educativo. El centro era para ella principalmente un espacio común en el que todos, profesores, alumnos, personal no docente, familias, sin distinción de ningún tipo, se sintieran representados; y también era un servicio a Almendralejo, a Tierra de Barros, a Extremadura..., como comunidades mayores a las que pertenecían.
Por esto fue promotora de tantas iniciativas, sirviendo siempre de puente entre la tradición y los nuevos tiempos, con actividades tan próximas como el Día del Centro, la bienvenida de los nuevos docentes en el curso escolar, las Candelas, la fiesta de graduación y las numerosas conmemoraciones pedagógicas, como el Día de la paz, el Día de Europa, el Día de las lenguas, el Día del árbol, etc.; tan locales, como los Campeonatos Intercentros, aunando esfuerzos para lograr la convivencia de los jóvenes con la normalidad propia de quienes se relacionan en la calle; o tan ambiciosas, como los intercambios culturales, los viajes fin de curso, o a Europa, a Estrasburgo, con visita y participación, en tres ocasiones, en el Parlamento Europeo, viajes ganados, por obtener los premios Euroscola, porque se habían ejecutado previamente trabajos encaminados a sensibilizar a los alumnos (no solo a ellos) de su compromiso con la construcción de Europa, con la búsqueda de un mundo más justo.
4. Apasionada por el deporte
Desde muy joven practicaba deporte, rompiendo barreras, pues como ella afirmaba “yo corría por el pueblo cuando ninguna mujer lo hacía, y la gente me decía que estaba loca. Yo iba en pantalones cortos y me tomaban por un ente extraño”. Mujer avanzada a su tiempo, entusiasta del deporte en general, y de las disciplinas de balonmano, baloncesto y gimnasia rítmico-artística en particular, aunque sin descuidar el atletismo o el voleibol; siempre adaptándose a las nuevas realidades y a las demandas de la sociedad; y así como sus primeras alumnas recuerdan sus esfuerzos porque practicaran el balonmano, los más recientes aprendieron a jugar al bádminton y los últimos se ocuparon de la psicomotricidad.
La Real Federación Española de Atletismo le concedió el título de Monitora Nacional, en 1981; y la de Baloncesto, el de Entrenadora nacional, en 1986; fue vicepresidenta del Club Balonmano de Almendralejo; y en todas las especialidades cosechó con sus equipos relevantes éxitos, en categoría infantil y cadete, tanto femenino como masculino. Señalamos algunos de sus primeros años, que dieron origen a sendos galardones deportivos: Trofeo y Medalla en el Campeonato provincial de campo a través en 1.200 metros, categoría juvenil (1972), Campeón en el Trofeo Semana de la Juventud de Baloncesto femenino, en Almendralejo (1972), Campeón en Balonmano y Baloncesto juvenil femenino, en el Trofeo de Navidad de Almendralejo (1972); Campeón Provincial de Balonmano juvenil femenino (1973); 2º clasificado en el Campeonato Nacional de Baloncesto femenino, en Córdoba (1974); Trofeo a la Deportividad en los Juegos Nacionales Escolares al equipo de Balonmano juvenil (Puente Genil, 1975). Como resultado de esta brillante trayectoria, la Orden Deportiva Hernando de Soto le concedió la medalla de plata el año 1975, como promotora del Balonmano femenino en la región extremeña. No sería su primera distinción, pues tres años antes el Comité Olímpico Español le había premiado con una asistencia becada a la Olimpiada de Munich-72, a petición de las federaciones de atletismo y balonmano, que recompensaban de esta manera su gran labor en la promoción y participación deportiva.
No solo recibió cursos de perfeccionamiento, sino que también los impartió, en 1999, aportando su gran bagaje de experiencias, su auto exigencia para exigir, sus prácticas siempre renovadas, como profesora del Curso de Perfeccionamiento ofrecido por las Escuelas Universitarias Santa Ana y la Universidad de Extremadura, sobre “Nuevas perspectivas ´recreativas´ de Educación Física para Primaria”. Y en febrero de 2007, recibió en la Gala de los Premios del Deporte local, correspondientes a 2006, el trofeo al “Mérito deportivo” por su dilatada y ejemplar trayectoria en el campo del deporte y de la educación física.
5. Pionera del folklore
Apasionada por la música y, sobre todo, por el folclore extremeño, al que dedicó más de veinte años, fue una de las fundadoras y directora de baile del Grupo de Coros y Danzas de Almendralejo, que hoy tiene su continuidad en la Asociación Cultural y Folklórica “Tierra de Barros”, que se ha ocupado de recopilar nuestro folklore, reunir las tradiciones para conservarlas y difundirlas como seña de identidad de un territorio. Recientemente, el Ayuntamiento de Almendralejo ha concedido a esta Asociación la Medalla de Plata de la Ciudad por su dilatada y exitosa trayectoria, que ha sido obra de muchas personas, pero entre las que Victoria García Rubiales ocupa un puesto destacadísimo. Perfeccionista al máximo, aún en los más mínimos detalles de la coreografía, le dio al grupo un “saber estar”, dentro y fuera del escenario, que ha sido uno de sus sellos de identidad más apreciados. La propia Asociación reconoció su valiosísima aportación en el homenaje que le tributó en 1999, al cumplirse los treinta años de la creación del Grupo.
6. Personaje popular y mujer avanzada a su tiempo
Victoria García Rubiales fue reconocida por sus vecinos de la Barriada de San Antonio como “Personaje popular”, en 2005, porque efectivamente lo ha sido, por su gran facilidad para relacionarse con todo el mundo y su gran capacidad para empatizar con toda clase de personas, sin tener en cuenta edad ni condición social. Enormemente comunicativa y afable, que no ocultaba exteriorizar sus sentimientos, haciéndole partícipe de ellos a cualquiera que se encontrara por la calle, interesándose también por los problemas de los demás. Sus intereses y preocupaciones siempre se encontraban en el mundo que le rodeaba. Persona generosa y sensible con los demás, cultivó de una manera intensa la amistad, siendo querida y haciéndose querer por todos favoreciendo el diálogo. Siempre atenta y muy familiar, adoraba pasar tiempo con su hija, María, y su marido, Eloy, con los que disfrutaba viajando.
Ha sido una de las mujeres más importantes de Almendralejo en los últimos años. Una mujer comprometida, alegre, cercana, volcada con quienes estaban a su alrededor, trabajadora infatigable y de profundas convicciones religiosas, que dejará sin duda una huella indeleble en la sociedad almendralejense a la que sirvió con el único fin de mejorarla porque se dio cuenta, desde muy joven, de que todos debemos colaborar para que los que nos rodean sean felices.
Tras su jubilación recibió varias distinciones. Durante las Fiestas de la Piedad y Feria de la Vendimia de 2008, el Excmo. Ayuntamiento de Almendralejo la homenajeó, junto a otras mujeres jubiladas de distintas profesiones, para resaltar el papel de la mujer en el mundo laboral. Al año siguiente, con motivo del Día de la Mujer, fue elegida como Madrina de la III Carrera de la Mujer “Ciudad de Almendralejo”; y en 2015 recibió por parte del Consejo Local de la Mujer el “Premio a Toda una Vida”
Victoria Eugenia García Rubiales, “Viti”, falleció el 17 de enero de 2019. Nunca podremos olvidar a esta mujer que, en sus múltiples facetas de servicio a la ciudad, demostró una calidad personal y profesional digna de encomio. Una persona comprometida con su realidad, profundamente humana, adornada de valores que la hacían especial y cercana. Cualquier homenaje que se le pueda rendir es de justicia. Dar su nombre a un pabellón deportivo es un gran acierto. Su papel en el desarrollo del deporte almendralejense, especialmente el femenino, es indiscutible..
Diego Gallardo Ortiz (1907-1911)
Graves alteraciones en la junta general del 13 de enero de 1907, que se saldaron con la expulsión de varios socios, provocaron que, pese a haber sido reelegido, Pedro González Hurtado no lo aceptara y presentara su dimisión. El vicepresidente actuó en su lugar hasta que el 17 de marzo se nombró a Diego Gallardo Ortiz, también abogado, que sería uno de los presidentes que durante más tiempo desempeñaron el cargo, casi cuatro años (17-3-1907 a 8-1-1911).
En este tiempo, la Sociedad fue ganando en consideración, dentro y fuera de la localidad, teniendo presencia en instituciones de Almendralejo, como ocurrió en la elección de los componentes de la Junta Local de Reformas Sociales o en la Junta de Patronato Carcelaria, a la que, incluso, en más de una ocasión ayudó con pequeñas subvenciones.
Su integración en la sociedad almendralejense le llevó a ceder el piano para dos bailes, que tuvieron lugar el 28-05 y 18-06 de 1908, y donar 15 pesetas a beneficio de la construcción del kiosco que todavía se levanta en el Paseo de la Piedad, construido a instancias de un grupo de jóvenes amantes de la música y que podría interesar a la Banda de “El Obrero”; y a otros actos de solidaridad, como la entrega de un donativo de 100 pesetas para los soldados heridos y familias pobres de los fallecidos en la guerra de Marruecos, en 1909; o la donación al año siguiente de 35 pesetas al Ayuntamiento para la restauración del Palacio de Justicia.
Y ese espíritu le llevó, asimismo, a petición del Círculo Mercantil de Málaga, a conceder 125 pesetas para los damnificados en las inundaciones del 24-09-1906; y a responder generosamente, a la invitación del Centro Extremeño de Madrid, para iniciar una suscripción que costeara un monumento a Espronceda. No se llevó a cabo, por falta de apoyo económico, pese a que el escultor de Alburquerque Aurelio Cabrera realizó un boceto del monumento, concebido con una gran originalidad y colosalismo. Almendralejo no respondió a la llamada de Espronceda en el primer centenario de su nacimiento: en el segundo centenario, sin embargo, ha lavado aquel baldón.
Así mismo merecían que las compañías que venían a actuar en el Teatro Espronceda les dedicaran sus actuaciones, como mostramos en el cartel adjunto.
Función a beneficio de “El Obrero” en el Teatro Espronceda, 22-4-1909
La Banda de Música se fue consolidando como la Banda de Almendralejo: se clasifican a sus componentes en distintas categorías, en orden a sus conocimientos, pero también en orden a sus retribuciones y en la Semana Santa de 1907 tuvo lugar, posiblemente, su primera actuación pública, a satisfacción de todos y, en especial, del Ayuntamiento que la gratificó con 225 pesetas por su participación en otras festividades religiosas y profanas de la localidad. A finales de noviembre de aquel año se produjo la dimisión de su director, Ángel Mora Vadillo y su sustitución, a finales de año por Rodrigo Almada Fernández, después de una interinidad de un mes por parte de Isidro Moreno Gallardo.
La importancia que iba adquiriendo esta actividad de la Sociedad se ponía de manifiesto en que al nuevo director le duplicaron su sueldo, a primeros de 1908, pasando a ser de 600 pesetas anuales; a la vez que el Ayuntamiento también incrementó la subvención, hasta 500 pesetas en aquel año por su participación en las procesiones a las que asistió la Corporación (miércoles santo, viernes santo, domingo de pascua, domingo de cuasimodo, día del Corpus) y a las veladas de San Antonio, San Juan y San Pedro (una noche en cada una), Santiago (tres noches) y Virgen de la Piedad (dos noches).
En agosto de 1910 se aprobó un nuevo Reglamento de la Banda de Música, motivado por las quejas en cuanto a retribuciones, manifestadas por algunos miembros de la misma, del que lamentamos no poseer otras noticias que las que más adelante irían apareciendo si se hacía referencia a alguno de sus artículos: en este sentido, sabemos que con la nueva normativa el instrumental y los demás accesorios de la Banda pasaron a ser propiedad de la Sociedad (anteriormente, eran de los músicos, que descontaban periódicamente su valor de los ingresos que obtenían), devolviéndose a los músicos las cantidades que habían entregado. Se contabilizó el coste del material y de las reparaciones efectuadas, además del 10% de los ingresos obtenidos por las actuaciones de la Banda; y deducidos de los ingresos ocasionados por esta actividad, quedó un saldo a favor de los músicos de 577, 32 pesetas, con lo que la Sociedad quedó en propiedad del instrumental.
En el sector de los socorros mutuos, razón de ser de la Entidad, se siguió progresando en el apoyo a los socios, creándose el socorro extraordinario de defunción, al ratificarse en la junta general de enero de 1909, el acuerdo tomado por la Junta Directiva en julio de 1908. Considerando que en algunos casos resultaba insuficiente el socorro de 50 pesetas que recibía el familiar del socio fallecido, se propuso que los socios satisficieran una cuota extraordinaria de 0,50 pesetas en caso de fallecimiento del socio que hubiera ingresado antes de cumplir los 50 años. El socorro se solicitaría dentro del primer mes a partir del fallecimiento, y esa cuota se entregaría a los familiares del fallecido o, si no los tuviera, a quien éste hubiera designado en su última voluntad siempre que el beneficiario hubiera prestado asistencia al finado en su última enfermedad; si no, iría al fondo social.
Después de pasar por distintos conserjes, la Sociedad decidió en julio de 1908, administrar la conserjería por sí misma, a falta de solicitudes por parte de los socios para este cargo. A tal efecto, elaboraron unas bases por las que debía regirse el servicio, que por su carácter originario extractamos. Se creaba la plaza de conserje-administrador (cuyo puesto ocuparía Anacleto Forte Barneto) con el sueldo de 3 pesetas diarias, y las de dos camareros con el jornal de 1,25 pesetas; la Junta Directiva entregaría al conserje todos los artículos de bebida necesarios, cargándole en cuenta su importe, de lo que se efectuaría mensualmente estado de las ventas efectuadas y entrega a la Sociedad del saldo correspondiente. El conserje estaba obligado a cuidar del orden dentro del local, salvo los días en que hubiera espectáculos y daría cuenta a la Junta de toda infracción de los socios que mereciera la debida corrección; y la Junta Directiva nombraría una comisión especial que velara por el cumplimiento de estas normas.
La tarifa de precios de bebidas y juegos estaría expuesta en el local y sería la siguiente: café, 0,20 pesetas; té, 0,25; aguardiente triple anís fino, 0,10; coñac Tres Cepas, 0,40; coñac Dos Cepas, 0,25; manzanilla de primera clase, 0,25; manzanilla de segunda clase, 0,20; copa de vino de Rioja, 0,15; botella de vino de Rioja de ¾ litro, 0,75; copa de vino de Valdepeñas, 0,05 y botella, 0,35; ron aromático, 0,20; “Caravanchal Eslava”, 0,15; copa de ginebra, 0,15; refrescos varios, 0,15; gaseosas grandes, 0,20 y chicas, 0,10; botella de cerveza Pale Ala, 0,50; botella de cerveza Pilsen, 0,45; tarifas para los juegos lícitos de la Sociedad: tresillo, 0,20; malilla barrotada, 0,20; solo, 0,10; julepe y tute, 0,10; hora de billar, 0,60; la treinta y uno, por cada individuo y jugada, 0,05
En este cuatrienio, el número de socios disminuyó ligeramente, siendo de 764 a finales de 1910. El proceso se repetía todos los años: pasados los carnavales aumentaban las bajas hasta que la Junta acordaba disminuir a 5 pesetas la cuota de entrada; generalmente, en los meses inmediatos a las fiestas navideñas, produciéndose entonces la recuperación en el número de asociados.
El día 12 de marzo de 2010 tuvo lugar en el Centro Cívico de Almendralejo el II Pregón Taurino del Salón del Vino, a cargo de José Ángel Calero Carretero. El acto, que estuvo presidido por el Concejal de Plaza de Toros, Marceliano Martín Martín, fue presentado por el Cronista Oficial, Francisco Zarandieta Arenas.
Destacó el presentador las cualidades que adornan a José Ángel Calero para ser “un auténtico maestro en el arte de pregonar, con muchas corridas matadas en plazas de todo tipo, y excelente aficionado a la fiesta, trabajador incansable y persona enamorada de nuestra tierra, de nuestras costumbres y nuestras tradiciones más peculiares”.
El pregonero, después de alabar el rematado cartel de la del Salón en el Coso de la Piedad - Enrique Ponce, Julián López “El Juli” y Miguel Ángel Perera, con ganadería de José Luis Pereda - entró a tomar partido en el debate producido en el Parlamento catalán sobre la posibilidad de prohibir la corridas de toro en todo su ámbito territorial, “con profunda tristeza”, dijo, recordando aquellas primeras impresiones de la fiesta que albergaran su corazón y su cabeza, cuando su padre ante las imágenes de una televisión le iba “explicando y, sobre todo, haciendo[le] ver y sentir las distintas suertes, la variedad de lances, el duende del vuelo de la muleta o el misterio del temple”; porque si esta iniciativa se lleva a cabo “ningún padre podrá vivir y disfrutar un festejo con su hijo. Ni los niños catalanes en el futuro, tendrán la oportunidad de conocer y saborear todas las sensaciones y emociones que dimanan de ese maravilloso espectáculo que es la fiesta de los toros”. Y le entristece, además, por “el gran desconocimiento [...] de lo que es la fiesta más profundamente enraizada en la cultura mediterránea desde, casi, el principio de los tiempos”.
“Y me entristece -añadió- porque quien rechaza la fiesta de buena fe, sin connotaciones de ningún tipo, llevados de su bienintencionada defensa del animal, generalmente desconociendo lo que supone la cría del toro de lidia, no tendrán la oportunidad de disfrutar del cúmulo de emociones y sensaciones que se desprenden del enfrentamiento entre el hombre y el animal, el uno tratando de controlar su fiereza y, el otro, defendiéndose y mostrando su fuerza y su casta. Ni apreciarán la belleza que encierra la imagen de uno de los animales más poderosos, más profundamente estéticos de la creación tanto en el campo como en la plaza que, al ser lidiado, conjuga con su matador un óleo fugaz donde se armonizan el ritmo, el temple y el donaire. Ni vivirán la posibilidad de entender cuánta sabiduría, cuánta ciencia hay, sedimentada en el tiempo, en el torero que domina a su rival y, sin embargo, amigo necesario porque, mientras más complicado sea, más carga de maestría hay que poner en el ruedo. Ni, por último, sentirán la profunda emoción que se vive en la plaza, siempre que la pelea sea de verdad, que transmita la incertidumbre, el miedo y el peligro que se respira, que se corta en el ambiente, porque el torero se está jugando la vida en cada lance, en cada pase, en cada segundo de la lidia”.
“¿Qué es en realidad el toreo?”, se preguntó. Compleja respuesta que resumió con cinco pinceladas magistrales: es un arte efímero, instantáneo; tragedia y alegría a un tiempo, muerte y puerta grande, dos caras de una misma moneda, que se necesitan para darle grandeza a la fiesta; es una prueba de la inteligencia del matador, que sabe reconocer la singularidad de cada toro; y un hermoso ritual de vida y muerte, lleno de color y simbolismo, que hunde sus raíces en la aurora de los tiempos.
Para demostrar su carácter popular y tradicional, echó manos a su sólida formación arqueológica, histórica en general, argumentando que desde la antigüedad, el toro es un animal que conviviendo con el hombre, ha sido objeto de culto, sacrificio, caza y fiesta. Pieza de caza del “hombre paleolítico [que] hace más de 15.000 años decoró las paredes rocosas de sus viviendas temporales con pinturas y grabados plenos de realismo y naturalismo, en los que uno de los protagonistas principales será el toro y no el cazador”, manifestando así un gran respeto hacia este animal poderoso y fiero. Miles de años más tarde, hacia el 8.000 a. C., en los abrigos rocosos de Albarracín o Alpera, aparecen, además de escenas de caza, otras relaciones entre el hombre y el toro, un cierto juego entre ambos. Y en Cogul, por la misma época, podemos contemplar escenas de carácter festivo o cultual, en las que destaca “el papel fecundante y creador de vida que se le atribuye al toro en todas las culturas de la antigüedad”. Hizo, después, un repaso por las escenas de tauromaquia que realizan ágiles saltarines en las pinturas de Cnosos, los juegos de toros celebrados en los anfiteatros romanos, los toros alanceados por caballeros cristianos y moros en la España medieval antes sus damas, y los festejos organizados en las fiestas por las corporaciones gremiales o concejiles, hasta llegar a la normalización de la fiesta cuando el toreo a pie tome forma en el siglo XVIII.
Concluyó su intervención uniendo dos mundos mediterráneos, el del toro y el del vino, con estas palabras: “Hoy, que el mundo taurino está en entredicho en algunas regiones de España, Almendralejo es capaz de aunar dos elementos inseparables de nuestra cultura: toros y vino. Dos elementos que, en paralelo, conforman la urdimbre de la cultura mediterránea, de un mundo en el que han convivido en plena armonía la triada clásica -el cereal, la vid y el olivo- y la dehesa donde, desde tiempo inmemorial, ha vivido el toro, un animal único que ha sido capaz de ser a un tiempo objeto de culto y protagonista de un rito que nada ni nadie podrá hurtarnos”.